martes, 22 de enero de 2013

Espejito, espejito...

Espejito, espejito...

¿Por qué vivo en un mundo en el que importa tanto la imagen?, ¿por qué no se dan cuenta que las personas son bonitas cuando tienen un gran corazón, cuando ayudan a quien lo necesita, cuando son dibujantes de sonrisas sin esperar nada a cambio, cuando comparten lo que tienen con el que lo necesita?


¿Por qué no existe un espejo en el que se vea la transparencia de las personas? Es lo que realmente las hacen atractivas y al final, es lo que queda. La apariencia física cambia sí o sí porque los años pasan, en cambio lo que no se ve dura y puede durar eternamente. Además, tiene más valor que todo el dinero que se pueda gastar en cremas o modelitos para aparentar lo que no se es. 
Yo me encargaré de patentar ese espejo... día a día... quien quiera me puede acompañar.


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