lunes, 22 de abril de 2013

Cuida tus tesoros

¿Te has parado a pensar alguna vez cuáles son tus tesoros?

Cuando nos hacen esta pregunta lo primero que pensamos son cosas materiales y no es que esté mal. Muchos objetos los utilizamos como amuletos o simplemente nos recuerdan a lugares visitados, personas especiales que nos lo regalaron o momentos compartidos. 


También hay otros tesoros que aunque no nos recuerden a personas tenemos la suerte de poseer. Para mí la naturaleza es un tesoro y elementos que forman parte de ella como el agua que tan poco valoramos a veces. Cuando estás ante un paisaje y el mundo se detiene. Todo lo que estabas haciendo hasta ese momento pierde sentido, ya que la inmensidad de lo que ves te atrapa.


Los sentidos también son un tesoro que tampoco valoramos lo suficiente. Y es que si disfrutamos escuchando una canción, oliendo ese perfume que nos encanta, saboreando un helado, observando un paisaje o sintiendo un abrazo... ¿no merecerá la pena valorar cada detalle?



Los tesoros que no son materiales propiamente dichos, son esas personas a las que consideras únicas y especiales. Por una u otra razón marcan tu vida y no importa cuánto se alejen, si en verdad fueron importantes para ti, siempre las tendrás presentes.


miércoles, 17 de abril de 2013

A paso de tortuga

"Más despacio no es más aburrido, simplemente sé que así algo más descubriré"

Si tuviera que elegir un animal con el que me puedo identificar, esa sería la tortuga. ¿Por qué? Principalmente por dos motivos:

El primero es que tiene un caparazón en el que refugiarse en situaciones de peligro, amenaza o miedo. Una especie de armadura que le protege ante las debilidades. Con ella se hace más fuerte y valiente. 

El segundo es la tranquilidad con la que toma la vida. Camina a paso lento, pero firme, con seguridad. Sabe que las prisas no son buenas y que no hace falta correr para llegar a su destino, lo importante es llegar. Pienso que si vas a recorrer la misma distancia, merece la pena hacerlo fijándose en cada detalle, contemplando lo que te rodea, valorando cada paso que das. De lo contrario, lo realizas por puro trámite y puedes pasar por alto cosas que quizás hubieran sido significativas para ti. 


¿Has probado en pasar por un lugar por el que pasas a menudo, normalmente con prisa, pero esta vez más despacio, prestando atención a lo que percibimos por nuestros sentidos? 

jueves, 4 de abril de 2013

La respuesta no es la huida

"No todo está perdido"

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y también que mientras hay vida hay esperanza. El caso es que a veces parece que se nos olvidan esos detalles y tendemos a generalizar las cosas, exagerándolas y viendo más lo negativo que lo positivo. Dejamos escapar lo que queremos o se nos va de las manos sin darnos cuenta y cuando lo descubrimos ya es tarde para volver a atrás. 

Si tu sueño es tuyo, no dejes que nadie te lo quite, al menos que no te lo quiten sin haber luchado por él antes. ¿Por qué nos damos por vencidos cuando vemos que no podemos o tiramos la toalla, en lugar de luchar y darlo todo por nuestro ansiado deseo? No te rindas antes de tiempo, tal vez mañana sea tarde. La vida no espera y, si no lo haces tú, será otra persona la que te arrebate ese sueño. No pienses en qué puede salir mal, sino en lo que puedes ganar. Si lo haces, poco a poco verás que avanzas y entonces ya no te plantearás dejarlo, es más te sentirás satisfecho de lo que vas logrando. 

La confianza en ti mismo no puede faltar porque, si algo he aprendido hoy, es que nadie hace las cosas por ti. Eres tú quien das sentido a tu vida, quien eliges tu futuro y el camino que quieres seguir. Así que antes de actuar piensa que siempre hay una salida y que, por muy oscura que veas la realidad, no todo está perdido.