jueves, 22 de agosto de 2013

Abrazo

Un abrazo es la mejor forma de expresión y es que para mí, es la única manera y la más completa de decir, sin palabras, todo lo que se siente. Muchas veces nos podemos romper la cabeza buscando las palabras acertadas con las que llegar a la otra persona y nos quedamos con la sensación de que nos falta algo. Eso es porque no siempre las palabras que conocemos nos sirven para poner nombre a lo que sentimos, por eso es tan importante dejar un momento de silencio donde sean los sentimientos los que hablen por sí solos.

En un abrazo se detiene el tiempo, es la fusión de no sólo un sentimiento sino más. Se entremezclan emociones, momentos, palabras tan significativas... que hace que ese instante quede marcado y permanezca en tu recuerdo hasta el punto de poder sentirlo cuando esa persona ya no está. Es algo tan mágico y especial que por eso la mayoría de las veces resulta indescriptible. 

A mí me gusta que sean duraderos, de esos que parece que no terminan nunca, pero no quiero que lo sean por compromiso, antes que eso prefiero que sean sinceros ya que es eso lo que cuenta. Cada uno a su manera, según lo que vaya a expresar, después de todo no deja de ser una muestra de afecto. Un gesto que sirve para sentir que hay alguien ahí que te sostiene, que confía en ti, que te consuela, que no estás sola y que te da las fuerzas necesarias para continuar, para sobreponerte ante las caídas. Por lo tanto, es la motivación más grande que existe, una forma de curar las heridas.


Por esos abrazos que nos hacen llorar, porque gracias a todo lo que llevan consigo, la vida merece la pena. Solo cuando dejamos que, por una vez, sean nuestros corazones los que hablen. 

domingo, 11 de agosto de 2013

¿playa o montaña?

Cada verano la misma pregunta, para pasar las vacaciones, ¿qué prefieres la playa o la montaña? La verdad es que cada una de las opciones me aporta algo. 

De la playa me gusta el mar, para verlo, para sentirlo. Me relaja mucho observar el movimiento de las olas, escuchar cómo chocan contra las rocas, sentir cómo mueren en la orilla, así como admirar la línea del horizonte, el lugar donde se conectan el mar y el cielo. Además, los paseos por la orilla sintiendo la brisa y el agua en mis pies es una bella manera de sentirte vivo. Ese color azul nos transmite calma.


La montaña para mí es un lugar que esconde muchos secretos, por lo que me parece un  lugar interesante, quizás por el misterio que esconde la naturaleza. Es un paisaje que se puede disfrutar con los cinco sentidos, es cierto que todo en la vida de un modo u otro se puede probar con todos los sentidos, pero pienso que la magia que tienen estos paisajes es único. Además, opino que en silencio las pisadas se sienten con más fuerza. El color verde está relacionado con la naturaleza y, por lo tanto, nos conecta con la vida, nos da fuerza a la par que paz, lo que supone un equilibrio personal. 


Así que me parece ridículo cuando preguntan si eres más de una o de otra porque depende de factores como el estado de ánimo o lo que necesites en ese momento, ya que aportan cosas distintas... o quizás similares, todo depende de lo que se busque en cada instante. Además, nos olvidamos de que son totalmente complementarias y, para mí, lo ideal es un poco de ambas, no mucho porque al final cansa y aburre.

De todas formas, si tuviera que elegir para estar de continuo prefiero la montaña porque a mí eso de estar tumbada bajo el sol no me motiva, a mi me gusta moverme, ver cosas, conocer sitios... porque para quedarme tumbada me quedo en la cama que es más cómodo y no hay arena con la que pelearme continuamente porque se sube a mi toalla e invade mi espacio.