martes, 20 de mayo de 2014

Empatía

La empatía es la capacidad para ponerse en el lugar del otro y saber lo que siente e incluso lo que puede estar pensando en cada situación. Es una actitud que permite descentrarse de uno mismo para tener horizontes más abiertos, no ser tan egoísta y un poquito más solidario. Para mí es una cualidad que deberían tener todas las personas, ya que es algo que nos hace más humanos y menos artificiales. Sin embargo, no todo el mundo la posee, lo que significa que aquellos que sean los privilegiados de poseerla tendrán un don especial.
 
Con ella disfrutamos más las situaciones que se presentan a nuestro alrededor y vivimos, desde un segundo plano visto desde fuera, pero a la vez en primera persona, lo que sucede. Tanto los buenos como los malos momentos se experimentan desde otra perspectiva. Gracias a ella, comprendemos la vida de aquellos que nos rodean, con los que convivimos día a día o los que no, quizás son extraños que pasean a la vez que nosotros pero, por un motivo u otro, conectamos sin pensarlo y nos hacemos parte de su pesar o su euforia.
 
Algo relacionado con todo esto, es una frase que desde pequeña he escuchado: "No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a ti". Queda claro a lo que se refiere, se pretende evitar actitudes negativas, pero ¿por qué no ponerla en positivo? Si algo he aprendido a lo largo de este año es que todo dicho en positivo motiva más porque no cae en la eterna prohibición y, por tanto, obligación a la hora de actuar, sino que es algo personal, algo que apetece hacer por iniciativa propia. Si se busca mejorar, ahí está la clave, no dejes que la negatividad te invada, intenta omitir la palabra "no" y piensa en positivo.
 
De esta manera, la frase inspirada en la de mi infancia con la que me quedo, la cual me acompaña y con la que identifico mi estilo de vida es: "Actúa con los demás como te gustaría que actuasen contigo". Y así hago, actúo como soy, con mis principios entre los que el respeto prima y si en algún momento las dudas me asaltan, antes que preguntar a los demás qué harían, me planteo qué haría yo o qué me gustaría recibir en esa situación. No diré que los resultados sean perfectos, no siempre se alcanza el éxito y tampoco es eso lo que busco porque no siempre me topo con personas que tengan ese don especial, pero me conformo con vivir como yo me siento más a gusto porque sé que lo que hago se sostiene en una buena intención.